“No habrá Reino mientras estos hermanos y hermanas no gocen de la alegría y de la paz que viene de Jesús y de nuestra solidaridad”,
Dijo en su toma de posesión.
Cientos de personas, en la Catedral de San Rafael, fueron testigos de la toma de posesión de Julio Larrondo Yáñez como obispo prelado de Illapel el sábado pasado.
Había sido nombrado por el papa Francisco el 12 de diciembre, ocasión en que envió un mensaje a las comunidades de la Prelatura en el que les expresa que:
“En este tiempo la Iglesia nos invita a vivir en sinodalidad. Y eso significa caminar juntos. Yo quiero caminar con ustedes. Quiero construir con ustedes. Quiero que vayamos haciendo presente a Jesús en el corazón de todas las personas, de toda la prelatura”.
Con 64 años, Larrondo asume una iglesia con 90 mil habitantes ubicada a 282 kilómetros al norte de Santiago.
Cuenta con 10 sacerdotes diocesanos y 7 pertenecientes a 4 congregaciones religiosas.
En un carruaje tirado por caballos, llegó al templo acompañado por bailes religiosos con sus bandas de músicos.
En el carro viajaban con el obispo el nuncio apostólico en Chile, Alberto Ortega, y el alcalde de Illapel, Denis Cortés.
Énfasis en los más frágiles.
Después de un momento de oración silenciosa, se inició la ceremonia de toma de posesión y la promesa de obediencia del clero.
Afuera del templo, en la calle, cientos de personas acompañaban la ceremonia con fervor y entusiasmo.
Una de las lecturas, el relato de las primeras comunidades, sirvió al obispo para mostrar, en su homilía, el modelo de iglesia que anhela para Illapel, poniendo énfasis en los más frágiles, por pobreza, por adicciones, por dificultades familiares, por endeudamientos.
“No habrá Reino como Dios lo quiere mientras estos hermanos y hermanas no gocen de la alegría y de la paz que viene de Jesús y también de nuestra solidaridad y nuestra cercanía, como nos decía el apóstol Santiago.
Será una alegría para mi sentarme a la mesa a compartir con ustedes.
Les pido que me sumen como un hermano, como un pastor, como un amigo más en las tareas que ya han iniciado en esta iglesia de Illapel”.
Ordenado sacerdote en 1992, para el clero de Santiago, se desempeñó como párroco y vicario episcopal.
En 2020 fue consagrado obispo como auxiliar del arzobispo de Santiago.
Ahora asume esta Prelatura territorial organizada en 12 parroquias que fue erigida en 1960 por el papa san Juan XXIII.